Ayer nos dejó un excelente productor español y un no tan brillante director. Pedro Costa cuando dirigía era bienintencionado, y sus películas y telefilmes no solían ser aburridos, pero les faltaba algo de chispa, quedan por ahí sus aproximaciones al Caso Almería y al Caso Redondela como ejemplo. Pero como productor era muy, muy bueno, la serie La huella del crimen sigue siendo de lo mejor que se ha hecho en televisión en España, especialmente dos obras maestras como Jarabo y El crimen del Capitán Sánchez, y en cine nos dejó dos clásicos como son Amantes y La buena estrella (Goya en ambas como productor) y filmes de gran éxito como Juana la loca y Las 13 rosas. Descanse en paz, el cine y la televisión española le echará de menos
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