Atropellado por su coche en punto muerto a la entrada de su casa tras salir del vehículo. Salvo que la autopsia desvele otras razones, la muerte más tonta y extraña que he oido en mi vida. El actor ruso nacionalizado estadounidense Anton Yelchin nos ha dejado muy pronto, a los 27 años, y su carrera no había acabado de despegar: el más exitoso, su papel en la saga Star Trek, era bastante pequeño, los más jugosos, Solo los amantes sobreviven y la recién estrenada en España Green room, era en películas minoritarias, y sus dos papeles más importantes en Hollywood, Terminator salvation y el remake de Noche de miedo, fueron estrepitosos fracasos de taquilla. Por lo tanto, se queda en promesa truncada, una pena, no me parecía mal actor y siempre es lamentable una muerte tan temprana. Descanse en paz.
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