Lo de Shane Black es uno de los casos más extraños de Hollywood, de ser el mejor pagado (y el más valpuleado por la crítica "seria") a desaparecer del mapa tras los desastres comerciales de El último gran héroe (para mí sigue siendo un misterio cómo se ensañaron crítica y público en 1993 con un filme espléndido) y Memoria letal y una vida loca, para volver como director en general más respetado cuando sigue haciendo el mismo tipo de cine que escribía en los 80 y 90.
Veremos si no vuelve a las andadas tras el fracaso comercial en USA de Dos buenos tipos, su última buddy movie en tono de comedia, espero que no, porque me parece una película muy respetable y muy divertida. Es tanto un cariñoso homenaje al género policíaco de los 70 como una gran sucesión de gags muy logrados, con una excelente duo protagonista (no le conocía esta vertiente payasa a Ryan Gosling, y la verdad es que está muy bien como payaso augusto, no le va detrás Russell Crowe como payaso de cara blanca), a los que añadir un descubrimiento a seguir, la joven Angourie Rice. El único pero, Kim Basinger, su papel no está demasiado bien escrito y el botox ha hecho estragos en su cara. Filme muy recomendable.
Nota sobre 10: 8
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