La primera era muy buena, la segunda una castaña insoportable (desgraciadamente la pelma de Annabelle volverá con un tipo dirigiendo que no tiene abuela, dice que va a hacer El padrino 2 de las películas de muñecos, dios nos coja confesados) y la tercera recupera el pulso con el regreso a la saga del director malayo James Wan, esta entrega para mí es la mejor de las tres.
Tomando como excusa el caso nunca aclarado ocurrido en Enfield, Reino Unido (hay dudas de que no fuese un montaje, como comenta la película), Wan hace una espléndida película sobre casas encantadas inventándose cosas, efectivamente (la parte final poco tiene que ver con lo sucedido, y la mezcla con Amytiville), pero logrando magníficamente un clima de filme de terror truculento que parecía perdido en los últimos años, con unos espectros espeluznates y una cancioncilla infantil que tiene su miga. En ello ayuda un estupendo reparto, aunque sean mucho más guapos que los Warren originales, Patrick Wilson y Vera Farmiga vuelven a estar muy bien como la pareja cazadora de fantasmas y demonios, bien apoyados por excelentes secundarios como Frances O'Comnor y Simon McBurney. Filme muy recomendable, supongo que los Warren volverán en alguna secuela, pero como Annabelle no mejore, vamos a tener que pedir que la dejen bien encerradita en la urna de la casa de los Warren, o mejor, que saquen a la auténtica Annabelle, que a mí me da más mal rollo:
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