El motín a bordo ocurrido en el dragaminas Caine de la Segunda Guerra Mundial inspiró una novela de Herman Wouk y una obra de teatro, y en 1954 uno de los grandes clásicos del cine bélico y del cine de juicios. La historia de la tripulación que se rebela contra un paranoico capitán es una de las mejores películas de Edward Dmytryck y es para mí la última memorable interpretación de Humphrey Bogart (con permiso de Más dura será la caída, el Caine creo que está un poquito por encima), bien secundado por José Ferrer, Fred MacMurray y Van Johnson. Por lo que cuenta Michael Caine, la película inspiró su nombre artístico.
Y tiene una gran banda sonora del maestro Max Steiner, con una memorable fanfarria militar.
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