Para homenajear musicalmente a Godard, tengo que hacerlo por la primera, ya que no la había puesto todavía en este blog. Al final de la escapada es junto Los cuatrocientos golpes de Truffaut la que lanza internacionalmente a la Nouvelle vague, la que convierte en estrella a Belmondo y una de mis películas favoritas del director. Tiene una muy notable banda sonora de Martial Solal, compositor de varios filmes del director y de El proceso de Orson Welles.
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