Que un blockbuster estadounidense se estrene antes en Portugal que en EEUU indica que algo raro pasa, y es el caso de El guerrero número 13, en USA se esttrenó a finales de agosto de 1999 y en el país luso se estrenó varias semanas antes. No funcionó entre el público y en parte entre la crítica esta adaptación de la novela de Michael Chrichton Devoradores de cadáveres, en la que se hacía una libre adaptación del Beowulf mezclando 12 guerreros vikingos y uno árabe contra unos neandertales, fue una película rara para el público y tuvo además una competencia muy dura en la misma Disney al coincidir con el éxito de El sexto sentido. Cuando la vi en Portugal ya me pareció un muy notable filme, que sería el último importante de un John Mctiernan que a partir de ahí iniciaría un descenso en caída libre dentro y fuera de la pantalla.
Para mí es también la última gran banda sonora de Jerry Goldsmith, sus últimos filmes no están mal pero están por debajo de este muy notable trabajo.
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