Hoy ha fallecido el gran actor James Caan. Billy Wilder le dio un pequeñito papel en Irma la dulce y Howard Hawks le convirtió en promesa con Peligro línea 7000 y El Dorado, pero fueron Francis Ford Coppola con Llueve sobre mi corazón y El padrino y Norman Jewinson con Rollerball quienes lo convirtieron en gran estrella en los años 70. En los 80 parecía declinar su carrera, pero Misery le convirtió en un gran actor de carácter y se fue convirtiendo en un secundario imprescindible tanto en filmes comerciales (Eraser) como en películas de cineastas más arriesgados como Wes Anderson, James Gray o Lars von Trier. Descanse en paz, le echaré de menos a este actor con un enorme carisma.
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