Las películas que hizo Charles Bronson para Cannon no tienen desperdicio, son puro cine de videoclub para bien o para mal, vistas con el tiempo son entrañables por el carisma de su protagonista, por lo muy políticamente incorrectas que eran y por el espíritu pulp que tienen. No puedo cargármelas, forman parte de mis placeres culpables.
La ley de Murphy es una de mis favoritas, aunque no llegue al nivel de delirio de Death wish 3 la "obra maestra" de Bronson en Cannon. Dirigida por el veterano Jack L. Thompson, en ella Charles Bronson era un policía que caía en una trampa tendida por una mujer a la que metió en la cárcel y es acusado de asesinato. El guión no es nada del otro jueves, pero Bronson está como pez en el agua en el papel y tiene una gran villana, la excelente actriz Carrie Snodgress, vista ayer sigue siendo un muy entretenido trhiller.
Tengo que reconocer que no conozco demasiado a los compositores Valentine McCallum y Marc Donahue, autores de la banda sonora de La ley de Murphy, y habituales en otros filmes de Bronson y Cannon. Su banda sonora no mata, pero se deja escuchar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario