Este lunes se celebró en Phenomena la habitual sesión sorpresa de cada mes. En esta ocasión fueron una película menor de un director ganador de Oscar y un filme de acción ochentero homenaje a un actor recientemente fallecido.
A partir del éxito para mí un tanto desproporcionado de Atracción fatal, el cine de Hollywood se llenó de psicópatas varios acechando a familias y parejas por causas varias. A pesar de alguna gran película como El cabo del miedo o La mano que mece la cuna, cayó rápidamente en el cansancio, el aburrimiento y la falta de ideas, actualmente es un subgénero pasto de telefilmes de sobremesa.
De repente, un extraño no fue nunca uno de mis filmes favoritos del género, y vista el lunes en la sesión sorpresa creo que además ha envejecido mal. Sigue siendo lo más destacable la inquietante interpretación de Michael Keaton como siniestro ocupa que hace la vida imposible a sus caseros, Melanie Griffith cumple como protagonista y tiene alguna escena tremenda como la de las cucarachas. Pero el guión me parece flojo, los minutos finales decepcionantes y el sosainas de Matthew Modine sigue sin dar la talla, sigo sin entender cómo tuvo un breve tiempo de estrellato uno de los actores con menos carisma que recuerdo en los últimos 40 años. Tuvo cierto éxito, pero marcó el declive de John Schlesinger, el otrora gran director de Lejos del mundanal ruido, Cowboy de medianoche y Marathon man no volvió a hacer en mi opinión ninguna película interesante. En un breve papel aparece Tippi Hedren, tan breve que roza el cameo.
Fue también el pistoletazo de salida con Black rain y Días de trueno de la carrera en Hollywood de Hans Zimmer. Sin ser una de mis bandas sonoras favoritas del compositor germano, me parece notable.
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