Laurence Olivier tuvo una curiosa forma de debutar como director: en plena guerra mundial, el Gobierno británico le encargó una adaptación de Enrique V de Shakespeare para levantar el ánimo de las tropas. El resultado fue uno de los grandes clásicos del cine británico y el comienzo de la trilogía que Olivier le dedicaría al bardo con Hamlet y Ricardo III, comienza como una representación teatral para convertirse en más cinematográfica. A Laurence Olivier le acompañó un amplio reparto con entre otros Robert Newton, Leslie Banks y Leo Genn.
La música corrió a cargo de otro clásico del cine británico como es William Walton. El resultado es magnífico especialmente en la batalla de Agincourt.
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