La trinchera infinita es la primera película no rodada en euskera de los directores de Loreak y Handia. No es perfecta, creo que le habría ido bien algo de poda en la sala de montaje y hay alguna cosa discutible en el guión, pero la historia del topo que permanece escondido tras la Guerra Civil se sigue con mucho interés gracias al excelente trabajo de Antonio de la Torre y Belén Cuesta, la excelente fotografía de Javier Agirre Erauso y una estupenda banda sonora de Pascal Gagne. Tiene un gran uso del sonido, no se si es por haberla visto en Phenomena, pero no recuerdo otras películas españolas donde se potencie tanto el sonido fuera de plano con los altavoces de alrededor de la sala. Una de las mejores películas españolas del año.
Nota sobre 10: 8
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