Me temo que no ha sido esta semana el mejor momento para estrenar este mediocre filme llamado Un pliegue en el tiempo; en la semana en que los Oscars demostraban más diversidad y en la semana en que se hacían más notables las manifestaciones y huelgas feministas, si se trataba de demostrar que una mujer de raza negra era capaz de llevar a buen puerto un blockbuster, les ha salido el tiro por la culata. Probablemente sea problema de guión, pero la directora Ava DuVernay ha fracasado de momento en su paso del cine más reivindicativo y/o de bajo presupuesto al más comercial. El resultado es un tostón, una película cursi, ridícula, hortera y aburridísima, con el diseño de producción más horrible que recuerdo en mucho tiempo y al servicio de una historia que no da ni para un corto. Se salva el trabajo de los niños, el vestuario de Paco Delgado y la banda sonora de Ramin Djawadi, lo demás es para salir corriendo, especialmente el trio de hadas madrinas (o lo que fuese eso) interpretadas por Oprah Winfrey, Reese Witherspoon y Mindy Kailing. De momento, la mayor decepción en lo que llevamos de año.
Nota sobre 10: 2
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