Si habéis leido mis premios y antipremios de 2016, habréis visto que he premiado este bodrio llamado Belleza oculta como peor guión del año del cine extranjero. No es que me fiase mucho de David Frankel, director mediocre con una sola película decente en su filmografía, El diablo viste de Prada (y porque Meryl Streep sacaba oro de su personaje), pero es que este filme es una completa estupidez.
No entraré en detalles para no hacer spoiler, pero la trama no hay por donde pillarla, me imagino que querían hacer una especie de Cuento de Navidad, sustituyendo los tres fantasmas de Dickens por tres actores, que son contratados por tres ejecutivos para interpretar a la muerte, al amor y al tiempo, para convencer al dueño de una agencia publicitaria, en estado de shock por la muerte de su hija, para que les venda la agencia. Hasta ahí lo que puedo leer, suficiente para pensar que el argumento, además de pretencioso, podía ser lo más idiota del año, encima el resto que no puedo contar está a la altura, un dramón sensiblero y ridículo, con un final "sorpresa" que acaba siendo completamente previsible y patético. Que Will Smith ande metido en estos fregados empieza a ser habitual, hace tiempo que no levanta cabeza, lo que no me explico qué pintan en el asunto gente que normalmente escoge mejor sus proyector como Edward Norton, Helen Mirren y Kate Winslet. Para mí, una de las peores películas del año.
Nota sobre 10: 0
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