lunes, 2 de enero de 2017

Passengers



El argumento tiene su gracia: nave espacial con tripulación y pasajeros en hibernación, que se la pega con un asteroide, pasajero de segunda o tercera clase que no tiene acceso a los servicios de lujo que se despierta como consecuencia del porrazo y que se enamora de la chica de primera clase dormida... y que se llama Aurora. En consecuencia: Titanic + La bella durmiente en el espacio.

Pues eso es Passengers, una propuesta de ciencia ficción que no es desdeñable, pero que en otras manos que no fuesen las del sobrevalorado director noruego Morten Tyldum podría haberse sacado más juego a las partes más turbias (chapuza espacial, lucha de clases,  despertar a la fuerza a una chica), y que acaba optando por una pelicula espacial romántica. Tiene buenos momentos, especialmente con el barman Michael Sheen y la escena de la piscina, pero en los últimos minutos pierde fuelle por optar por el final más facilón y edulcorado de los posibles. No están mál Chris Pratt y Jennifer Lawrence como pareja principal, su química no es para tirar cohetes pero dan el pego, demasiado corto el papel de Laurence Fishburne y hubiese sido de agradecer que no se hubiese filtrado  el cameo de un actor muy conocido, su aparición afecta al final de la película. Filme correcto para pasar el rato.

Nota sobre 10: 5





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