Dice el personaje del gran Federico Luppi en varios momentos del filme Al otro lado del túnel que el éxito de un robo depende o de la mina o de la suerte. Si se me permite, aplicaré la frase a mi crítica, el filme tiene muy buena mina durante casi todo su recorrido, pero abusa de la suerte en su parte final.
Hasta esa semipifia doble final que no comentaré, el filme transcurre de manera notable como cruce entre La ventana indiscreta y Blow-up, con un paralítico experto en electrónica que descubre que al otro lado de la pared de su casa están planeando un robo. Tiene muy buenas interpretaciones de tres grandes actores argentinos como Leonardo Sbaraglia, Pablo Echarri y Federico Luppi (Clara Lago no lo hace mal, pero a pesar de su acento argentino no acabo de verla en el papel, era más lógico una actriz argentina, pero ya se sabe que las coproducciones están obligadas a poner a algún actor español) y mantiene en todo momento el interés y la atmosfera tensa necesaria. Pero el final no me convence, aunque las dos decisiones que toma para solucionar el conflicto no se las saca de la manga y las ha explicado antes, me parecen un tanto arbitrarias y fuera de lugar. Por ese despiste, le quito un punto, pero es un filme muy recomendable, con una excelente banda sonora de dos grandes como Lucio Godoy y Federico Jusid.
Nota sobre 10: 6
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