La edición de 1998 pasa por ser una de las más polémicas. Harvey Weinstein hizo de las suyas metiendo mano en las votacionesy nadie se explica cómo triunfó Shakespeare in love por delante de Salvar al soldado Ryan.
Tampoco la canción de este año me parece de las más afortunadas.
Los comienzos de la sección animada de Dreamworks fueron duros. La ruta hacia El dorado fue un sonoro fracaso y Antz funcionó mejor, pero peca de lo mismo que muchas producciones de Dreamworks: se parece sospechosamente a alguna que saca la competencia en ese momento (El espantatiburones-Buscando a Nemo, Megamind-Gru mi villano favorito), en este caso Bichos.
El príncipe de Egipto, versión en animación de la historia bíblica de Moisés, se quedó por debajo de las expectativas, no fue un fracaso, pero se quedó bastantes lejos de lo que pretendía hacerle la competencia a Disney en taquilla, para eso el estudio tuvo que esperar a que llegase un ogro verde en 2001. En el momento de su estreno, El príncipe de Egipto me aburrió y me dejó frio, hace tiempo que no la veo y no se como la han tratado los años.
Y la canción ganadora del Oscar When you believe no me convence. Compuesta por Stephen Schwartz, peca de lo mismo que su otro Oscar Pocahontas, de exceso de azúcar. Tuvo éxito gracias a la interpretación de Whitney Huston y Mariah Carey, pero está en el furgón de cola de mi lista de canciones ganadoras de Oscar.
Destacar entre las nominadas I don't want to miss a thing de Armageddon y The prayer de La espada mágica: en busca de Camelot.
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