.No entendí en su momento cómo no se quedó solo en la primera entrega, dada la tontería que era, y las dos entregas posteriores no la han mejorado. Esta tercera película de El corredor del laberinto, llamada La cura mortal (que me explique alguien lo de mortal), es larga como un día sin pan, para lo que cuenta como mínimo le sobra media hora, tiene una historia muy floja (no es que no se entienda sin recordar las anteriores, es que no hay una buena historia) y unas escenas de acción tópicas y muy vistas (el prólogo es casi casi un plagio de una escena de Fast and furious 5). Solo se salvan los dos villanos, Patricia Clarkson y Aidan Gillen, lo demás es para olvidar.
Nota sobre 10: 2
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