El chiste del cartel era bueno, pero la película no. Si alguien ha pensado que El otro guardaespaldas es una parodia de El guardaespaldas, no va por ahí la cosa, no es más que una vulgar buddy movie con argumento mil veces visto y que se alarga tanto (las dos horas que dura se podrían haber reducido perfectamente a hora y media) que acaba aburriendo hasta al espectador más paciente. Patrick Hughes ya había demostrado en Los mercenarios 3 que no era muy buen director y en eso sigue, filme muy olvidable del que solo se salvan algunas escenas de acción y el carisma de Reynolds, Jackson, Oldman y Hayek. Eso sí, un 10 al que tuvo la idea del cartel, es uno de los más divertidos del año.
Nota sobre 10: 3
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