No siendo una de sus mejores películas, Kathryn Bigelow sí mantiene el pulso firme que le caracteriza en Detroit. Filme algo diferente a sus anteriores, menos ambiguo en sus reflexiones sobre la violencia (aqui no hay la cierta simpatía por el mal que había en La noche más oscura o Le llaman Bodhi), su narración de las revueltas de 1967 contra la segregación racial en Detroit, que desembocaron en los terribles hechos del Hotel Algiers, tienen mucha fuerza en la mayor partede su metraje, bien sostenidas en un buen reparto con buenas prestaciones en la mayoría de sus intérpretes y un soberbio Will Poulter como terrible villano. Si no me parece una de sus mejores películas es porque tiene defectos, principalmente dos: no le ayuda un personaje excesivamente plano y pasivo, el caso es que la actuación de John Boyega me parece floja, lo peor de la película; por otro lado, el filme se alarga demasiado tras el final de las revueltas, es casi un anticlimax que se podría haber resuelto en menos minutos o con unos títulos finales explicativos. Aún con sus defectos, de lo mejor de la cartelera actual, aunque tengo dudas de que sea favorito para los Oscars, es un filme muy incómodo para lo que se suele premiar en Hollywood.
Nota sobre 10: 8
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