Hay películas cuya visión puede ser un marrón, ver la película El pregón me produce un conflicto, si me la cargo, lo mismo me echan de la familia, si la pongo bien, lo mismo me acusan de nepotismo: no es por nada, pero los protagonistas se pueden considerar mis "primos", porque se llaman Osorio...
Y bromas aparte, le tengo que dar un aprobado justito. No me la puedo cargar del todo porque tiene algunos gags logrados como la subida y bajada a la ermita, un gran Jorge Sanz autoparódico y una pareja protagonista con un carisma a prueba de bombas. Pero con un guión flojo no se puede hacer una gran comedia, y a mí no me basta con decir aquello de "que por lo menos te ríes", porque es lo mínimo que tiene que tener una comedia. El guión parece querer seguir el camino que ha abierto Ocho apellidos vascos (no en vano comparte coguionista, Diego San José, y me parece que no está bien trabajado, por momentos parece que hayan aprovechado los gags y situaciones sobrantes de Ocho apellidos catalanes, incluidos dos personajes intercambiables en ambas, los de Berto Romero y Belén Cuesta. Tampoco está bien escritos muchos de los personajes, el de Buenafuente es muy flojo, y los secundarios salvo el de Sanz están de relleno casi sobran. Lo dicho, filme que no llega al desastre, pero que se queda lejos de la excelencia, simplemente para pasar el rato.
Nota sobre 10: 5
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