Este viernes se ha anunciado el fallecimiento de uno de los más geniales directores artísticos de la historia del cine, el angloalemán Ken Adam. Míticos son sus trabajos con un genio como Stanley Kubrick, Teléfono rojo volamos hacia Moscú y Barry Lyndon (su primer Oscar), pero sobretodo se le recuerda por la saga James Bond, para la que realizó decorados antológicos como la guarida del Doctor No, Fort Knox para Goldfinger, el volcán para Solo se vive dos veces o la sala de submarinos de La espia que me amó. Curiosamente también trabajó en los filmes de la antítesis de Bond, Harry Palmer, hizo una gran dirección artística en La huella y ganó su segundo Oscar por La locura del Rey Jorge. Sin duda un mito en su campo, descanse en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario