James Cameron volvió a dirigir con Avatar tras doce años sin hacerlo. Volvió a hacer la película más taquillera de la historia y a revolucionar los efectos especiales (especialmente el 3D), pero le salió una película en mi opinión menor en su carrera, siendo entretenida no puedo ponerla al mismo nivel que Aliens, sus dos Terminators o Mentiras arriesgadas, el western galáctico con el enfrentamiento entre habitantes del Planeta Pandora y humanos peca de blando y demasiado largo. Lanzó brevemente al estrellato al actor angloaustraliano Sam Worthington, pero lo mejor son Stephen Lang como villano y Sigourney Weaver. Veremos en Navidades si la segunda parte mejora el resultado o siguen los defectos de la primera.
A James Horner como casi siempre se le acusó entre sus haters de copiar a otros y autocopiarse, pero Avatar me parece una de las mejores bandas sonoras de su última época.
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