El director de origen azerbayano John M. Stahl ha quedado bastante olvidado para las nuevas generaciones, siendo un maestro del melodrama su nombre ha quedado muy eclipsado por otro grande del género como es Douglas Sirk, que además hizo varios remakes de sus películas. Dejó clásicos del melodrama como Sublime obsesión, Imitación a la vida, o Las llaves del reino, muy reivindicables aunque a veces hayan envejecido mal.
De las que recuerdo o conozco, mi favorita es Que el cielo la juzgue, obra maestra del melodrama con tintes de cine negro sobre un escritor que se casa con una mujer que comienza a hacer maldades por doquier. Mejor no contar más a quien se acerque por primera vez a esta película, aunque mucho ojo a la escena en el agua. la habitualmente dulce Gene Tierney interpretó uno de los personajes femeninos más siniestros que recuerdo de la historia del cine, bien acompañado por Cornel Wilde, Jeanne Crain y Vincent Price.
No es de las obras más conocidas del maestro Alfred Newman, pero como siempre mantiene la excelencia que le caracterizaba.
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