En 1935 seguían triunfando Fred Astaire y Ginger Rogers, y eso se ve en las nominaciones al Oscar a la mejor canción. Las maravillosas Cheek to cheek y Lovely to look at fueron justamente las finalistas.
Pero el premio gordo se lo llevó otro clásico. The lullaby of Broadway, una joya con música de Harry Warren y letra de Al Dubin que es una canción mítica en EEUU, versionada entre otros famosos intérpretes por Bing Crosby, Ella Fitgerald, Tony Bennet, Doris Day o The Andrew Sisters. El nivel era altísimo este año y cualquiera de las tres hubiese sido una justa ganadora.
The lullaby of Broadway forma parte de la película Vampiresas 1935, obra dirigida por uno de los mayores genios de la historia del cine musical, el director y coreógrafo Busby Berkeley, célebre por el barroquismo de sus números musicales y la cantidad de bailarines que podía juntar en sus formidables números. Parece ser que el que nos ocupa era su favorito, lleva hasta el paroxismo su estilo partiendo de un comienzo en el que la cantante Wini Shaw canta la canción solo viéndose su rostro sobre fondo negro. La película ha quedado olvidada, tiene el sambenito que le han puesto muchos a los musicales de los años 30 de que el argumento solo es una excusa para encadenar números musicales (ya me gustaría ver actualmente un par de excusas de estas cada año), pero vale la pena verla por esta maravilla:
No hay comentarios:
Publicar un comentario