Michael Myers vuelve por enésima vez a casa por Halloween), pero el churro que le ha salido a David Gordon Green es tremendo. Dado que lo único que funciona en la película es Jamie Lee Curtis (salvo la faena que le ha hecho el peluquero, peor enemigo suyo que Myers) y una escena en un lavabo, lo demás roza el desastre, vayamos por partes:
Arranque "eterno": la media hora inicial es una losa, Gordon Green no debe entender de sentido de la elipsis y de la síntesis, y tarda lo indecible en presentar a los personajes (y encima, no diré cuáles, algunos no van a tener la importancia que parece en el resto de la película, harán mutis por el foro sin importarnos qué va a ser de ellos).
Parte central flojita y sin ideas imaginativas. Salvo la mencionada escena del lavabo, las escenas de persecución y asesinatos por parte de Myers carecen de chispa y fuerza, aburren.
Final delirante. A partir de un giro de guión producido por un personaje secundario (giro que encima es absurdo y ridículo, el más lamentable giro que he visto en mucho tiempo), la película se convierte en un absoluto disparate, no hay por dónde pillarla y uno piensa que le están tomando el pelo convirtiendo el final en la historia de las tres cerditas contra el Lobo Myers feroz o del movimiento Me too contra Harvey Weinstein (quizás porque me viene a la cabeza viendo la antigua productora de Weinstein Miramax en los títulos de crédito, que veo también en ellos que ahora es propiedad de una productora qatarí, beIN Media Group), acaba pareciendo una parodia involuntaria. Espero también que el plano final no signifique lo que parece insinuar, ya sería el colmo de los ridículos.
Por todo lo dicho, me parece una secuela indigna del filme de Carpenter (indigna hasta de las infravaloradas entregas de Rob Zombie), aburrida, absurda y de la que solo se salva algún momento aislado y la siempre solvente presencia de Lee Curtis. Probablemente tendrá continuación, pero no hay por donde cogerla.
Nota sobre 10: 2
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