11 años (desde Ratatouille) hacía que el gran Brad Bird no hacía cine de animación, y ha vuelto por la puerta grande. Su segunda entrega de Los increibles es un prodigio de ritmo, sentido del gag, brillantez técnica y llena de ocurrencias magníficas, con un buen puñado de homenajes al cine clásico (alguno no lo puedo comentar, sería spoiler) y un personaje memorable como el bebé Jack Jack. Mencionar algo que se pasará por alto si no se ve la VO y que se descubre en los títulos de crédito finales: sin mencionar quién es el villano del filme (que por otro lado se intuye desde el principio), no deja de ser curioso y casual que coincida en utilizar al mismo actor que una película del año pasado que no mencionaré para no hacer spoilers y donde el actor utilizaba unos métodos muy similares para hacer el mal (creo que no es copia, ambos filmes me parece que homenajean al mismo tipo de películas, además, teniendo en cuenta que el doblaje se suele hacer antes o en paralelo a la animación, es probable que el actor hiciese Los increibles antes que la película del año pasado). Gran filme de animación, Pixar siguen siendo los mejores, espero que la salida de John Lasseter por las acusaciones de presunto abuso sexual no les afecte.
Nota sobre 10: 9
Como es habitual en los filmes de animación de Pixar y Disney, antes de la película hay un corto: Bao (este sí, cortito, no como el de Frozen que acompañó a Coco). El corto, realizado por la directora china Domee Shi, es probablemente lo más extraño que haya hecho Pixar, el giro sorpresa pillará a muchos desprevenido en esta historia sobre un bao (típico plato de comida chino) que cobra vida, ese giro da lugar a interpretaciones bastante menos infantiles de lo que uno esperaba viendo el principio. Muy recomendable, aunque el final flojee un poquito.
Nota sobre 10: 8
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