Hacía tiempo que le tenía perdida la pista a Brad Anderson fuera de la televisión (llevaba cuatro años sin dirigir cine, aunuqe las últimas películas creo que no las vi), y veo que sigue siendo un director irregular, con buenas ideas que no acaba de rematar. El rehén tiene cosas muy interesantes, especialmente el potente prólogo en 1972, la lograda atmósfera de la confusión que reinaba en Líbano durante 1982 y el trabajo actoral (es el mejor trabajo de Jon Hamm para cine hasta ahora). Pero creo que la misma confusión que requería la recreación del Líbano crea un guión demasiado liado, se pierde uno y por momentos aburre. Con todo, es una película recomendable, espero que Anderson tarde menos tiempo en volver a hacer cine.
Nota sobre 10: 6
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