Salvo en el cine documental, donde sigue haciendo grandes películas, el alemán Win Wenders me sigue decepcionando en el cine de ficción, de lo que le visto en los últimos años, poco queda del director que sorprendió en los 70 y 80 con El miedo del portero ante el penalti, Alicia en las ciudades, El amigo americano, París Texas y Cielo sobre Berlín.
Inmersión es otra decepción más. Contada en dos partes claras, ninguna acaba de convencer. La primera, el breve encuentro en un hotel de Normandía entre un espía a punto de partir a una misión y una bióloga marina, solo se sostiene por el trabajo de James McAvoy y Alicia Vikander, roza la cursilería por momentos. La segunda, con el montaje en paralelo entre la misión del espía en África y la misión en el mar de la bióloga, se hunde, no hay por donde cogerla, acaba aburriendo y culmina en un final doble muy previsible y ridículo. Tampoco ayuda algún error de bulto de dirección artística: no pega nada que en un barco terrorista en Kenia aparezca el nombre del barco EN CASTELLANO (la película está rodada en parte en España, al ser productora Morena Films; ¿tanto cuesta tapar de alguna manera lo que no es apropiado?, no es la primera vez, y en los cortos en que colaboro lo hacemos siempre, y tenemos bastante menos presupuesto). La banda sonora de Fernando Velázquez me parece buena, pero mal utilizada, ahoga la película cuando debería apoyarla y reforzarla. Filme romántico decepcionante, una pena en alguien que hizo en París Texas una de las mejores historias de amor de la historia del cine.
Nota sobre 10: 2
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