Resulta extraño que los directores de cine francés (Alexandre Aja, Alexandre Bustillo, Julien Maury, Pascal Laugier) que sorprendieron hace unos años con un cine de terror muy gore y extremo (A l'interieur, Alta Tensión, Martyrs) no hayan seguido con ese nivel o hayan hecho después filmes mucho más convencionales, es una pena, porque habían llamado mucho la atención.
Xavier Gens no es una excepción. El director de Frontera(s) hace con La piel fría, adaptación de la novela de Albert Sanchéz Piñol un filme que nada tiene que ver con el que le dio fama. Es entretenido, pero le falta ritmo y cierta capacidad de inquietud a esta historia de los dos habitantes de un faro atacados por unos monstruos, habitantes que conviven en el faro con un miembro femenino de esos monstruos. Tiene una impecable factura técnica. especialmente el gran trabajo de escenografía póstumo del maestro Gil Parrondo y el formidable maquillaje de una irreconocible Aura Garrido, pero es un filme excesivamente repetitivo y, como la piel, frío. Simplemente correcto.
Nota sobre 10: 6
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