Si James Bond lleva 55 años en el cine con seis actores, no resulta de extrañar que Peter Parker ya lleve tres actores en 15 años. Esta nueva entrega de Spider-man llamada Homecoming supera el error de las dos de Marc Webb y está por encima de la tercera de Sam Raimi, aunque las dos primeras de Raimi siguen siendo insuperables. Acierta con el tono mucho más distendido y divertido, también al olvidarse de contar la historia de la muerte del tio Ben, tiene en Tom Holland al actor perfecto para contar su etapa juvenil (veremos si siguen las próximas entregas en esta etapa o no), cuenta con un buen villano (con sorpresa que conviene no desvelar) interpretado por Michael Keaton como el Buitre Adrian Toomes (la primera secuencia en los créditos hace mención a otro Buitre, creo), versión low cost de Tony Stark, y dos buenas secuencias de acción en el obelisco y en el ferry. Falla sin embargo en una historia no muy conseguida y en un climax un tanto torpe, pero son defectos creo que menores. Buena banda sonora de Michael Giacchino, estupendos títulos de crédito y muy graciosa secuencia final post créditos. No es redonda, pero es muy entretenida.
Nota sobre 10: 7
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