El comienzo de Martin Landau en cine no puede ser más espectacular: Su inquietante papel de Con la muerte en los talones es uno de los villanos más memorables de la filmografía de Alfred Hitchcock, desde luego no parecía un debutante, estaba a la altura de Cary Grant y James Mason, al que siguió Cleopatra. Landau demostró después durante mucho tiempo que la televisión no era un género ni mucho menor, y se le vio en muchas series en episodios aislados Maverick, The twilight zone, Colombo...), y con dos papeles mayúsculos: Misión imposible y Espacio 1999, serie incomprendida en su momento y hoy objeto de culto. Y cuando parecía que su fracaso de público y crítica le convertía en una vieja gloria del pasado, le llegaron tres grandes directores que le encumbraron en el cine definitivamente: Ford Coppola (Tucker), Woody Allen (Delitos y faltas) y Tim Burton (Ed Wood); tres papeles con nominación al Oscar y en el caso de Wood, consiguiendo la estatuilla. Hoy sin duda se nos ha ido un enorme actor, tan bueno en cine como en televisión, descanse en paz.
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