La primera no había por donde cogerla, y este Objetivo: Londres menos. Si en la primera aventura de Mike Banning plagiaron con toda la desvergüenza a Jungla de cristal, esta me parece que han copiado sin pudor a Invasión USA (no en vano los responsables de la productora Millenium trabajaron en Cannon), añadiéndole mucho tiro, mucho CGI, mucho falso Londres (como siempre en Millenium, han rodado en Bulgaria, y en los planos nocturnos, canta), poca trama y un Gerald Butler que sigue tan perdido como en todos los filmes que ha protagonizado tras 300. Lo curioso es que teniendo en cuenta cómo dejan a los árabes, la dirija un iraní, no creo que vuelva a pasarse por su país. Muy mala.
Nota sobre 10: 2
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