Con la muerte el día 20 del director británico Guy Hamilton desaparece uno de los directores que más participaciones tuvieron en la saga Bond, solo superado creo que por John Glen: Goldfinger, Diamantes para la eternidad, Vive y deja morir y El hombre de la pistola de hora. Pero curiosamente es el único director que también trabajó para la competencia, Harry Palmer en Funeral en Berlín. Hamilton siempre fue un hábil artesano, que comenzó con un clásico teatral como Llama un inspector, hizo una superproducción bélica como La batalla de Inglaterra y un par de adaptaciones de Agatha Christie como El espejo roto y Muerte bajo el sol. Descanse en paz
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