No esperaba nada bueno de un director como Fernando González Molina, autor de desaguisados del calibre de Fuga de cerebros y las dos entregas de Tres metros sobre el cielo. No me he equivocado, Palmeras en la nieve es un despropósito enorme.
No sé si el problema ya partía de la novela original, porque no la he leído. Solo puedo decir que el guión es un patético culebrón en que no me creo absolutamente nada, ni la ambientación de Guinea Ecuatorial hecha en Colombia y Canarias, ni unos personajes maniqueos hasta el absurdo, ni lo cursi de unos diálogos horrorosos (no sé qué es peor, lo de "Yo no soy virgen, pero mi corazón si lo es" o lo de "Pero cómo puede tener mi hermano sífilis?", viendo el personaje hasta entonces), ni una duración larga, eterna, como un día sin pan, que quiere ser Memorias de África y no puede (por mucho que a algún crítico musical le haya gustado la música de Lucas Vidal, a mí me parece hortera hasta decir basta, a años luz de lo que hizo John Barry en el filme de Pollack).
Pero lo peor es los actores. Todo el reparto está mal, horrible, incluso los buenos actores como Emilio Gutiérrez Caba o un Luis Callejo que tiene un personaje ridículamente malvado. El "gran descubrimiento" que algunos han visto en Berta Vázquez a mí me parece una actuación correctita tirando a mala (tampoco ayuda el personaje). Adriana Ugarte está muy mal, rematadamente mal en un personaje que no aporta absolutamente nada al filme salvo una escena erótica en una playa absolutamente gratuita. Y lo de Mario Casas es todavía peor, los que pensábamos que se empezaba a redimir con sus filmes con Alex de la Iglesia vemos que vuelve a las andadas, en estas Palmeras es completamente inexpresivo cuando está callado y tiene un muy serio problema de dicción cuando habla, el que esto escribe hubiese agradecido que hubiesen subtitulado sus diálogos porque la mayor parte del tiempo no le entiendo. Filme malo, rematadamente malo, no lo califico del peor del cine español del año, porque hay otro peor, Rey gitano.
Nota sobre 10: 2
Que amargado el que escribió esta crítica.
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