Tres años después de La batalla de Argel, Gillo Pontecorvo hizo Queimada, otro gran clásico de su filmografía, en el que los esclavos de una isla portuguesa intentan rebelarse y el gobierno inglés intenta "echarles una mano". Destaca por la gran interpretación de Marlon Brando a pesar de que no en ese momento no atravesaba un buen momento profesional salvo contadas ocasiones.
Y destaca por la gran banda sonora de Ennio Morricone, uno de sus grandes clásicos de finales de los 60, con su Abolisson.
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