domingo, 5 de enero de 2020

El oficial y el espia

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El Caso Dreyfus en que se basa El oficial y el espía es más conocido y una de las mayores vergüenzas judiciales de la historia europea. En 1894, el Ejército francés descubre que tiene un espía, y escoge un cabeza de turco, un capitán de origen judío llamado Aldred Dreyfus, al que condena sin pruebas y con el aplauso de la mayor parte de la prensa y la opinión pública a cadena perpetua a uno de los presidios más infames de la historia de la humanidad, la siniestra Isla del Diablo de la Guayana. Lo que viene después es también kafkiano: el escritor Emile Zola los denuncia en un famoso artículo llamado J'accuse y es condenado a un año de cárcel, descubren al culpable  de traición y encima lo dejan libre y lo aplauden. Dreyfus afortunadamente salió con vida de la Isla del Diablo y se le declaró finalmente inocente, pero el caso es una vergüenza.

El Caso Dreyfus ya tenía otras versiones en cine, la más famosa (La vida de Emile Zola) solo lo trataba en parte, y las otras que conozco no son especialmente relevantes. De la nueva versión se ha encargado Roman Polanski, este si acusado por un delito que si está probado, el de violación y pederastia, del que huyó de EEUU y que sigue pendiente de juicio y resolución más de 40 años después. En este caso, si que creo que Polanski debería haber estado en la cárcel, el delito está suficientemente probado (si es que no hay más, como han aparecido recientemente) y es gravísimo.

Sobre la polémica de si Polanski se autojustifica o no en El oficial y la espía, yo no lo acabo de ver, y creo que el Jurado de Venecia tampoco lo debió de ver cuando lo premió; esto no me parece La ley del silencio, donde Elia Kazan si hacía una magistral apología de la delación (que hiciese una obra maestra no le exhime de que su discurso sea una vergüenza comparando los comunistas de Hollywood con la mafia), creo que Polanski cuenta lo que pasó con la suficiente objetividad y distanciamiento una guión que en realidad le es ajeno, una adaptación de una novela de Thomas Harris. Y lo hace muy bien, el filme tiene cosas discutibles, pero mucha fuerza y una gran interpretación de Jean Dujardin en el primer papel plenamente dramático que le recuerdo. Le sobran algunos minutos, especialmente toda la historia de Emmannuelle Seigner que no lleva a ningún lado, parece metida con calzador y por tanto sobra. Me parece un filme muy notable y la mejor película que conozco sobre el Caso Dreyfus, aunque un filme algo menor en la filmografía de Polanski.

Por cierto, viendo los títulos de crédito, algo me llama la atención: está entre los productores una productora llamada Ratpac; salvo que haya dos productoras de cine con el mismo nombre, es la productora que creó Brett Ratner, otro ilustre acusado de abusos sexuales. Como no estoy seguro si es su productora, solo lo dejo en el aire...

Nota sobre 10: 8


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