El milagro de P. Tinto nos descubrió a este actor con acondroplasia, y gracias a peliculas posteriores como El corazón del guerrero, La gran aventura de Mortadelo y Filemón o Miguel y William pudimos disfrutar de su gran vis cómica. Desgraciadamente, varias enfermedades que padecía (ictus, diabetes) le retiraron demasiado pronto de los platós y hoy nos ha dejado, descanse en paz Javier Aller
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