He de reconocer que no soy demasiado fan del actor hoy fallecido John Gavin, por mucho que me gustan sus mejores películas (Tiempo de amar tiempo de morir, Imitación a la vida, Psicosis, Espartaco y Millie una chica moderna), siempre lo vi como un actor bastante limitado, más presencia física que talento. Su fama fue relativamente breve, el periodo que va desde finales de los 50 con sus filmes con Douglas Sirk hasta hasta el momento que le podía haber consagrado y no fue, su breve contratación para hacer de James Bond en Diamantes para la eternidad hasta que Sean Connery fue elegido de nuevo. Después de no ser elegido para Bond, le llegó el declive, mucha televisión y finalmente un polémico cargo de embajador en México en la presidencia de Ronald Reagan, país en el que no fue visto con muy buenos ojos. Descanse en paz
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