Definitivamente, este no ha sido el año del Rey Arturo, no hubo suficiente con el engendro de Transformers, que ha llegado esta mediocridad llamada Rey Arturo. Guy Ritchie siempre ha sido un director irregular, pero incluso en sus dos peores trabajos (Barridos por la marea y Revólver) aún intentaba mantener algo de su personalidad. Aquí no veo a Ritchie por ningún lado, esto parece la mezcla aburrida de El señor de los anillos (la torre y los elefantes no engañan) y de Juego de tronos (con dos actores de la serie en el reparto, Aidan Gillen y Michael McElhatton), hecha por un alumno de una escuela de cine (con mis disculpas a los alumnos de las escuelas de cine, probablemente lo habrían hecho mejor), con estética fea a más no poder, nula creatividad y un actor protagonista equivocado (Charlie Hunnam sigue sin dar la talla en el cine), al que acompaña un reparto que ha tenido mejores tiempos y un cameo ridículo de un señor exfutbolista llamado David Beckam que dicen que aspira a ser actor. Muy floja, con justicia uno de los grandes fiascos comerciales del verano.
Nota sobre 10: 2
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