Lo único que puedo decir malo de la segunda entrega de Guardianes de la galaxia es que ya no es una sorpresa, pero que sigue a la altura de la primera entrega. James Gunn es un guasón de cuidado y solo a él se le puede ocurrir presentar al villano de la película... utilizando la frase más famosa de otro villano memorable (y de paso homenajear la película donde salía la frase, al utilizar una escena de homenaje y la estructura de dicho filme; no digo la película homenajeada porque sería revelar al villano de la nueva, como desgraciadamente ha hecho algún medio al referirse a los comics, en que creo que ese personaje es un villano mucho más claro desde el principio; aunque se intuya qué está pasando, el villano tarda en revelarse, hacerlo saber es incurrir en spoiler para quien no conozco a fondo los comics Marvel).
Gunn vuelve a coger a la panda de cinco antihéroes convertidos a su pesar en héroes, y convierte la película en una brillante sucesión de gags comenzando por los estupendos títulos iniciales con Baby Groot, y mantiene las referencias ochenteras en los personajes de Sylvester Stallone y Kurt Russell, con un arranque a lo Starman,, reforzando además el personaje de Michael Rooker, quizás lo mejor del filme. Por ponerle algún pero, pierde algo de fuelle en la parte central por ser algo más "relajada", el filme en una de las partes de la historia requiere ese relajamiento para contar parte del relato, pero creo que se podría haber hecho en menos tiempo. Ojo a los títulos de crédito finales, están llenos de coñas; no solo por las cuatro escenas sorpresas (la primera que han dicho algunos para mí no cuenta como escena de créditos; ocurre justo antes de comenzar los créditos y la considero un gag final, no una escena de créditos), una de ellas con alusión a un nuevo personaje muy conocido en los comics que todavía no ha aparecido, el rodillo visualmente es muy potente con algún chiste divertido.
Nota sobre 10: 8
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