Lo que comenzó como un plagio no confeso de Le llaman Bodhi
hace tiempo que se convirtió en la saga de acción más desmadrada, divertida y
delirante del cine hollywoodiense actual, y ahí sigue. La octava entrega de
Fast and furious ofrece lo que espera el fan, un argumento que no se puede
tomar en serio sobre Vin Diesel que traiciona a sus amigos por razones que no
se deberían explicar (cosa que sí ha hecho Quim Casas en El periódico y debería
haberse callado, algo que se explica a mitad de la película no se puede ir
diciendo alegremente, premio Pico de oro para Casas), una villana muy en la
línea de las películas Bond (perfecta Charlize Theron, saca petróleo de un
personaje algo plano), un grupo de actores de acción muy en su salsa (el mejor, Jason Statham con su duo en la cárcel con Dwayne Johnson y sus numeritos en el
climax final) y estupendas escenas de acción, con tres memorables en La Habana,
Nueva York y el Ártico. Por ponerle
algunos peros, se hace demasiado larga en algunos momentos, Kurt Russell y
Helen Mirren salen muy poco (el personaje
de Mirren es jugoso, pero está metido con calzador) y Scott Eastwood no
es muy convincente como nuevo fichaje, pero como blockbuster vacacional
funciona y entretiene, y creo que de eso se trata.
Nota sobre 10: 77
Un 77!!! La mejor nota que le has puesto a una peli con diferencia ;)
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