Al igual que comentaba hace unos días de Bud Spencer, la transformación física del director Michael Cimino es sorprendente, las dos fotos de arriba son de la misma persona, se llegó a rumorear que se había hecho un cambio de sexo, asunto nunca confirmado ni desmentido.
Y Cimino creo que marca la historia de Hollywood. Tan rápido fue su ascenso como su caída, provocada por un incomprensible descalabro comercial. Tras dos guiones (la estupenda Naves misteriosas y la secuela de Harry el sucio, Harry el fuerte), tuvo un éxitazo con la excelente Un botín de 500.000 dólares y lo ganó todo con su primera obra maestra, El cazador, la primera gran película sobre Vietnam y todo un clásico.
Y llegó La puerta del cielo. Todavía no entiendo la saña con que la recibieron siendo una obra maestra, espantosas críticas (algunos críticos merecen una somanta de palos) y fracaso de taquilla estrepitoso. Si muchos creen que Hollywood cambia con el éxito de Star wars, yo creo que cuando cambia es con el fracaso de La puerta del cielo y de Corazonada, nunca más volverán a arriesgarse los estudios como se arriesgaron en años anteriores ni dejarán el control total de las películas a los directores. Cimino no volvió a levantar cabeza, aunque a mí me gusta mucho Manhattan Sur, vuelve a ser un semifracaso comercial, y las siguientes (El siciliano, Horas desesperadas y Sunchaser) tienen cosas interesantes, pero están a años luz de sus primeros filmes. Hoy nos ha dejado, y es una pena que su filmografía fuese tan corta, descanse en paz.
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