Chocolat es un filme interesante, pero en el cómputo general
relativamente fallido. Lo mejor, la ambientación y la historia de cómo Chocolat
y Footit se convirtieron en los creadores del payaso moderno combinando las
figuras del augusto y el clown de cara blanca, no solo influyente en el mundo
del circo, sino también en el mundo del cine, puesto que desde Laurel y Hardy
hasta Francis Veber, muchas de las parejas cómicas provienen de esa combinación.
También destacables las interpretaciones de Omar Sy y James Thierrée (ojo, para
quien no lo sepa, nieto de Chaplin, biznieto de Eugene O’Neil, sobrino de
Geraldine Chaplin y un enorme actor teatral y payaso). Pero el filme no llega
más alto por una dirección un tanto perezosa y una tendencia al tópico en los
biopics sobre racismo. No es un mal filme, pero podría haber sido mejor.
Nota sobre 10: 6
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