El director español fallecido hoy Javier Aguirre es probablemente el autor más extraño, insólito y perfecta definición de Dr. Jeckyll y Mr. Hyde artísticamente hablando. Se definía como director de anticine. y pasaba del cine más comercial y psicotrónico en la comedia al cine más radical de autor en compañía de su mujer Esperanza Roy, no había término medio, o le salía una marcianada de culto o un filme de autor de culto.
Entre las más famosas de sus comedias comerciales, Los que tocan el piano, Ser hippy una vez al año, Soltera y madre en la vida, El astronauta, El insólito embarazo de los Martínez, Rocky Carambola, todas las del grupo musical Parchís, Martes y trece ni te cases ni te embarques o los pajaritos (sí, esos pajaritos musicales), también un curioso whodunit llamado El asesino está entre los trece, más un par de títulos de terror con Paul Naschy. Casi todas masacradas por la crítica más sesuda, las que he visto les he acabado cogiendo cariño, especialmente El astronauta y su descacharrante llegada a la Luna (mejor no la explico por si alguien no la ha visto).
Entre su cine de autor, tres joyas como Carne apaleada, Vida/perra y La monja alférez, tres filmes muy notables y con grandes interpretaciones de Esperanza Roy.
Descanse en paz
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