La fama como director de ópera de Franco Zeffirelli acabó eclipsando en los últimos años la fama que tuvo como director de cine los 60 y los 90, quizás porque algunos de sus filmes más populares (Campeón, Amor sin fin) han quedado un tanto olvidados actualmente, y no son los que más gratamente recuerdo de su filmografía. De Zeffirelli recuerdo mejor su habilidad como adaptador, especialmente sus Shakespeare y sus filmes religiosos, y ahí sí que dejó dos películas notables como La mujer indomable y Hamlet (1990) y tres clásicos indiscutibles: Romeo y Julieta, Hermano sol, hermana luna y la versión televisiva de Jesús de Nazaret. Descanse en paz un clásico del cine y el teatro europeos.
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