¿Genio de los negocios u oportunista desaprensivo? Las dos cosas, Ray Kroc montó el imperio McDonalds a partir de solo un pequeño restaurante de dos hermanos que habían fracasado en su anterior intento de hacer franquicias, de haberse quedado ahí no habría habido en principio nada que reprocharle, lo que sí es terrible es que acabó llevándose por delante por sus malas artes a los dos hermanos y su negocio y a su mujer. En la historia de Ray Kroc había un excelente material para hablar del lado oscuro del capitalismo, como hicieron Scorsese con El lobo de Wall Street o Stefano Massini con la obra teatral Lehmann trilogy.
Desgraciadamente, la película sobre Kroc, El fundador, me parece fallida. Su director, John Lee Hancock, sigue viviendo de las rentas de sus dos guiones para Clint Eastwood (Un mundo perfecto, Medianoche en el jardín del bien y del mal), y desde entonces hace 20 años, lo demás ha sido para olvidar. El fundador no pasa de correcta, demasiado ambigua en su primera parte hasta que Kroc comienza a hacer de las suyas y demasiado larga, le falta además mucha chispa y falta de ironía. No es un desastre, tiene a un Michael Keaton, que sigue en estado de gracia tras su resurrección en Birdman, una buena banda sonora de Carter Burwell y una historia muy interesante, pero Hancock no le exprime todo el jugo. Correcta sin más.
Nota sobre 10: 6
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