La habitación, el último filme nominado al Oscar a la mejor película que me faltaba por comentar, ha resultado una joya. Huyendo del tremendismo en que podría haber derivado la historia, el espléndido guión (mucho mejor del que desgraciadamente se llevará el premio, el mucho más flojo La gran apuesta) y la gran dirección del para mí desconocido Lenny Abrahamson construyen con la precisión de un cirujano uma maravillosa historia de amor maternofilial en situación límite en la primera hora, y un inquietante regreso a la "normalidad" en la segunda. Y tiene dos de las mejores interpretaciones del año. Brie Larson está muy bien, ganará el Oscar casi seguro y merecidamente, ya que solo Charlotte Rampling está a su altura, pero quien se lleva la palma es el niño Jacob Tremblay, él es el centro y el alma de la película y debería haber estado nominado también. Filme muy recomendable.
Nota sobre 10: 9
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