Ayer Phenomena celebró su habitual programa doble sorpresa.
La primera fue Mcquade, lobo solitario, uno de los filmes más conocidos de Chuck Norris, de la que hace poco escribí artículo aquí y que va a protagonizar la próxima sección del programa de radio en que participo casi todos los jueves (este jueves no, ha sido casualidad la coincidencia con Phenomena porque preparo las películas para radio con varias semanas de antelación). Norris en estado puro, para mí la mejor de las que he visto de él, que adelantó su serie de televisión y que tiene una estupenda banda sonora de Francesco de Masi.
La segunda fue un divertido clásico menor de la ciencia-ficción de los 80.
El chip prodigioso fue la cuarta colaboración entre Steven Spielberg productor y Joe Dante director, realizada en 1987. Como casi siempre en Dante, predomina el tono gamberro y la cinefilia, centrada en este caso a homenajear a Viaje alucinante con la historia de un piloto miniaturizado que acaba en el cuerpo de un pobre hombre. No es de mis preferidas del director, y vista ayer ha envejecido un poco, pero es muy simpática y se pasa un buen rato. Marcó el comienzo de la relación profesional y amorosa entre Dennis Quaid y Meg Ryan y dio a conocer a muchos a Martin Short (Tres amigos es anterior, pero me parece recordar que llegó con algo de retraso a España), y tiene un gran reparto de secundarios: Kevin McCarthy, Fiona Lewis, Robert Picardo, Vernon Wells, Henry Gibson y el actor fetiche de Dante Dick Miller en un cameo. Sin ser un fracaso, no acabó de funcionar en taquilla como se esperaba, pero el tiempo la ha convertido en un pequeño clásico de los 80.
Sin ser de mis bandas sonoras favoritas de Jerry Goldsmith, mantiene la excelencia habitual en el maestro.
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