Para la mayoría de críticos, Lucio Fulci no es muy apreciado, lo meten en el mismo saco que Enzo G. Castellari o Antonio Margueritti como presuntos autores de subproductos de serie B-Z, pero para los que amamos el cine del terror trasalpino es uno de los grandes, y uno de los que más más mal rollo da, Aquella casa al lado del cementerio es una de sus películas más famosas.
Es mejor olvidarse del guion para disfrutarla, aparentemente es una película más sobre familia incauta que se mete en la casa maldita que no debe, y el desarrollo de algunos personajes es desconcertante, propone datos sobre su pasado de los que se olvida posteriormente (aunque parece ser que hubo algunos problemas de montaje). Pero cuando te metes en esa casa "no tan al lado del cementerio", Fulci es un maestro en provocar desasosiego y mal rollo al espectador, y un artista en matar de la manera más salvaje posible, los asesinatos de la película son particularmente desagradables. Está protagonizada por Catriona MacColl, actriz británica fetiche de Fulci, y tiene también una inquietante muñeca que no sé si inspiró de alguna manera a los creadores de Annabelle.
Tampoco es muy apreciado y conocido su compositor Walter Rizzati, no debe ayudar para los críticos "serios" que haya trabajado con Fulci, Terence Hill y Bud Spencer o en las películas eróticas de Edwige Fenech y Jaimito. Su trabajo en Aquella casa al lado del cementerio me parece muy bueno, ayuda de manera considerable al mal rollo de la película de Fulci.
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